Educación y Desarrollo
Por Octavio Féliz Vidal
El desarrollo tan ansiado en países del llamado tercer mundo, no será posible sin las herramientas de la educación. El combate contra la esfinge del analfabetismo evitará la caída de muchas cabezas, que por la ignorancia fracasan en descifrar los enigmas básicos que la vida ha diseñado para sobrevivir. La educación estará ligada a todo proceso de desarrollo que se implemente en cualquier país del mundo.
En la utopía de las américas que concibe Pedro Henríquez Ureña no se puede prescindir del proceso educativo. Los hombres y mujeres que han de cambiar la sociedad necesitan ser educados. El arte y la ciencia son aliados de los países latinoamericanos, africanos y asiáticos que aspiran con un mejor sueño. Pensar que lograr el despegue hacia el desarrollo es solo monetarista sería un nuevo error. Necesitamos personas preparadas en fortalecer el espíritu humano y con la capacidad de estimularnos a percibir y sentir la belleza de las buenas artes. Un espíritu pobre no logra grandes cosas con riquezas meramente materiales.
El sentido básico que deben anidar nuestros pueblos, como es el caso de la República Dominicana, es que la educación es la posibilidad más concreta que tenemos para el despegue hacia una mejor calidad de vida.
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